¿Realmente un poeta puede marcharse del todo? En este mes de noviembre, donde se cumplen ya 20 años de la partida de un gran escritor y docente como lo fue Alfredo Veiravé, nos toca reflexionar sobre la permanencia de su palabra y la importancia capital de su legado estético.
Las razones por las cuales una persona, un maestro, queda en la memoria de tantas almas podrían ser infinitas, innumerables. Pero, en particular, si pensamos en Veiravé, seguramente aflorará el recuerdo de su inefable sonrisa; la pasión inconmensurable que ponía en su cátedra de Literatura Hispanoamericana y, por supuesto, la cadencia de sus versos. No podemos soslayar el hecho de que anima su poesía una voz profunda y natural que aun habla, y en su decir es lo intangible de la belleza lo que resiste a través de todos estos años; una transparencia que moja la dinámica de la escritura. En su poesía se hilvana el paisaje de lo cotidiano con ráfagas de música, de manera tal que pinta un Chaco tapizado por las fragancias de la siesta y un calor que estalla con el primer ramillete florecido del lapacho en primavera. La geometría de su poética, o como él mismo la concibiera “ese temblor, ese desamparo, esa confesión púdica, ese grito en soledad…” no puede más que describir la urgencia del escritor por su trabajo, dejando una marca indeleble sobre la historia. Alfredo Veiravé fue mucho más allá del localismo literario, sus palabras poseen la magnitud de pertenecer a las esferas de la literatura Universal y por ello resuenan en el imaginario chaqueño:
POEMA FINAL
cuando las luces se apagan
cuando se va la última persona
cuando se cierra la última puerta
comienza
el viaje:
diría una balsa con sus palos atados
con hojas de palmera
un silencio provocador de estampidos
lejanos
y sobre todo
una forma muy particular de pensar
en la traición de los sueños.
Llegada la fecha del 20° aniversario de su fallecimiento es la Intención de la Dirección Letras del Instituto de Cultura rendirle un justo homenaje a este chaqueño por adopción y convicción, puesto que se lo considera un valuarte de nuestras páginas literarias. La cita es el día 22 de noviembre en el Salón Auditorio de la Casa de las Culturas a las 20:00 hs.
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