Con la presencia de autores, editores, diseñadores, docentes y público interesado, se realizó hoy la primera de las dos Jornadas de Industria Editorial, organizadas por el Instituto de Cultura a través de la Dirección Letras, donde se abordaron temáticas propias del mercado del libro. Las jornadas concluirán mañana viernes en la Universidad Popular (Mitre y Santa Fe) donde se realizarán charlas y talleres desde las 9:00.
En el marco de la primera jornada, la presidente del Instituto, Silvia Robles, remarcó la vigencia del libro y la promoción de la lectura como “herramientas principales en la formación de ciudadanía crítica” y actualizó su compromiso a garantizar el derecho social a la lectura. “El conocimiento y la cultura son bienes sociales; sin la recuperación de la palabra no tenemos la posibilidad de construir un nosotros colectivo” concluyó.
Inmediatamente después se conformó un panel que abrió el escritor y editor Nerio Tello, quien trazó lineamientos acerca de qué debe entenderse por una “empresa editorial” y explicó algunas peculiaridades del mercado editorial. Distinguió entre el valor real (en términos de costos) y el valor simbólico de los libros y planteó el difícil panorama de las editoras medianas y pequeñas, dadas las dificultades no sólo económicas, sino especialmente financieras que afrontan por el largo período de recupero propio del libro.
Ante ese panorama, Alejandro Schmid, de Editorial Cospel, planteó las ediciones artesanales y el trabajo en redes de distribución como una alternativa válida para producir un libro prolijo a costos accesibles. Leonardo Moglia, editor correntino, también sumó su voz a favor de la autogestión y las implicancias de mantener un “catálogo vivo” a partir de un stock mínimo permanente de las obras editadas.
Uno de los puntos más emotivos de la jornada lo alcanzó Roberto Toullieux, editor del Centro de No Videntes. “Nosotros, para leer, acariciamos las palabras” definió y si bien diagnosticó un triste panorma según el cual “el 90% de los ciegos es analfabeto” concluyó que “los libros son el futuro”. “¿Cómo no vamos a hacer una editorial en braille para que los niños no videntes puedan acceder al libro?”
"Los ciegos para leer acariciamos las palabras", dice Roberto Toullieux explayándose con conmovedora y entusiasta elocuencia sobre la problemática de los no videntes
El librero y editor Rubén Bisceglia, puso el acento en la promoción y democratización del libro como política de estado y se manifestó a favor de la diversidad y la pluralidad, “aún si para defenderlas hay que publicar libros de mierda” enfatizó. En ese plano, denunció la compra de más de seis millones de pesos en libros a la editorial Tinta Fresca durante la gestión de Roy Nikisch “libros totalmente desactualizados e inútiles, que fueron tirados a la basura o guillotinados”.
Cerró este panel Pablo Black, responsable de la Revista Cuna, refiriendo las especifidades que adopta la cuestión editorial al tratarse de una publicación periódica de contenidos culturales.